El 10 de septiembre, como todos los años, se conmemoró el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, una jornada imprescindible para romper el silencio que rodea esta problemática y situarla, con urgencia, en el centro del debate público y profesional. Los datos actuales son alarmantes: en España, cada día mueren 11 personas por suicidio, lo que lo convierte en la primera causa de muerte no natural.[1] En Cataluña, en 2024, ese fenómeno pasó a ser la segunda causa de muerte no natural, después de haber ocupado el primer lugar hasta el año 2023.
Especialmente preocupantes son las cifras que afectan a niños y adolescentes. Solo en el 2024, los suicidios entre jóvenes de 15 a 19 años aumentaron un 20% respecto al año anterior, mientras que en el grupo de 10 a 14 años las muertes por suicidio se duplicaron. Según el Observatorio del Suicidio en España, el 18% de los adolescentes han intentado suicidarse alguna vez, más del 50% han pensado en hacerlo, y el 29% de quienes se autolesionan lo hicieron por primera vez a los 12 años.
[1] Los datos que se mencionan en el texto provienen, entre otras fuentes, del Observatorio del Suicidio en España 2023 (https://www.fsme.es/observatorio-del-suicidio-2023/), y se expusieron en la jornada “Eines per a la prevenció i l’abordatge de la conducta suïcida”, organizada por la Taula de Salut Mental en Sant Cugat del Vallès el 17 de septiembre de 2025.




