El programa MENA (Menor Extranjero No Acompañado) de ayuda a los menores extranjeros no acompañados trata de protocolizar la atención a este grupo de menores, que, por su idiosincrasia, presenta una problemática propia. Una vez detectado y decretado el desamparo, y asumida su tutela, la Administración se encuentra, frecuentemente, con un menor absolutamente desarraigado y con muchas dificultades para la integración, y con escasas posibilidades de retornar a su hogar. Aún así, se hace todo lo posible, desde todas las disciplinas, para que estos chicos puedan aprovechar todos los recursos de que dispone el circuito de protección de menores. Una vez alcanzada su mayoría de edad, apenas al día siguiente de cumplir los 18 años, la situación de estos jóvenes da un giro de 360 grados. Más allá de una vertiente administrativa, técnica y específicamente del trabajo social, también hay una vertiente humana de responsabilidad moral y social que no funciona con parámetros estáticos de éxito o fracaso. Los chicos que ayer eran menores hoy son mayores de edad. Son los adultos niños...